La única derrota es rendirse

He tenido la fortuna de vivir un gran acontecimiento deportivo. Nada más y nada menos que la final de la Copa del Rey de Basket. El sitio desde donde verlo y disfrutarlo era espectacular. Un asiento desde donde ver, escuchar y disfrutar el gran ambiente que se respiraba en el “Fernando Buesa Arena” de Vitoria.

15.000 personas llenando el pabellón de sonidos, alegría y color. Se enfrentaron dos grandes equipos de nuestro país; Real Madrid y Valencia Basket. He de reconocer que estaba emocionado. El Valencia, el equipo de mi tierra y al que tanto había visto jugar cuando era niño acompañado por mi padre, hoy se enfrentaba para conseguir el deseado trofeo.

En el calentamiento se notaba la cara de tensión y concentración de los jugadores y equipo técnico. No es fácil poder gestionar tantas emociones en esos momentos. Cuando he trabajado con algunos equipos y algunos deportistas a nivel individual, les hago estas preguntas: ¿Cuántas veces entrenas tu cuerpo a la semana, ¿Y cuantas ocasiones entrenas tu mente durante esa semana?. La primera respuesta es rápida, dependiendo del equipo, deporte o deportista me dicen una cosa. El problema viene con la segunda respuesta. En ocasiones en el deporte no se trabaja ni entrena la mente para gestionar emociones, para concentrarse mejor, para sobreponerte a un bache dentro de un partido, una leve lesión o una derrota.

La cuestión es que el partido comenzó, y discurrió de la mejor manera; dando alegrías, suspense, emoción y grandes momentos a los que estábamos viviendo el partido allí y a los miles de espectadores que lo veían desde sus hogares.

He de reconocer que yo también tuve que gestionar las emociones que iba viviendo pues algunas decisiones arbitrales o algunas jugadas […]